El capitán de la policía bonaerense, Fabio Oscar Melgar, estuvo prófugo más de un mes, hasta que finalmente se entregó ante la Justicia en Lezama. Otro efectivo de la Policía Bonaerense, Maximiliano Bentancor, ya se encuentra detenido.
El capitán de la policía bonaerense que se encontraba prófugo hace más de un mes por estar acusado de haber simulado un allanamiento para asaltar a una pareja se entregó finalmente en la ciudad de Lezama, a 250 kilómetros de Mar del Plata.
Se trata de Fabio Oscar Melgar, quien tras ser intensamente buscado durante más de un mes, y estar imputado en una causa que lleva el fiscal Mariano Moyano, decidió entregarse en la Dirección de Drogas Ilícitas de esa localidad bonaerense, precisamente donde prestaba servicios.
Una comitiva de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) irá este martes hacia Lezama, para trasladar a Melgar hasta la Unidad Penal 44 de Batán y, también, llevarlo a Tribunales para que Moyano lo pueda indagar.
Por el mismo hecho ya se encuentra detenido en la Unidad Penal 44 de Batán el oficial inspector Maximiliano Bentancor, acusado de haber utilizado un móvil del Servicio de Custodia y Traslado de Detenidos para simular un allanamiento que, en realidad, era un asalto.
Del hecho participaron otros dos hombres, que aún no fueron identificados y no se descarta que también sean policías.
Un falso allanamiento
El sábado 30 de octubre por la mañana un hombre fue hasta la estación de servicios de Ruta 88 y Solís a retirar su camioneta Ford Ranger. En ese contexto, se le acercó un policía uniformado acompañado de otros dos hombres y le ordenaron regresar a su domicilio porque se iba a efectuar un allanamiento. Cámaras de seguridad posteriormente analizadas mostraron que a poca distancia de allí aguarda el móvil del Servicio de Custodia y Traslado de Detenidos.
El hombre pidió por la presencia de un fiscal pero le respondieron que la autoridad judicial se dirigía ya para su casa. Sin alternativa, el hombre subió a su camioneta junto a dos de los supuestos policías y, acompañado por un móvil policial y otro vehículo, retornó a su casa.
Una vez en la casa, ese supuesto allanamiento se transformó en lo que en realidad era: un asalto en el que esposaron a la víctima y a su esposa y les robaron teléfonos celulares y casi 2 millones de pesos, que según explicarían luego, eran para pagar el tratamiento oncológico de un hijo.
Tras la denuncia, distintas averiguaciones permitieron al fiscal Moyano identificar a Bentancor como el conductor de la camioneta policial y a Melgar como el otro individuo que llevaba uniforme.